El regreso al país primero y luego a su provincia de origen, La Pampa, seguramente produjeran en el profesor Juan Ricardo Nervi un sinnúmero de expectativas en el hombre, en el gran profesional docente, para desarrollar una amplia tarea en el territorio nacional como lo había hecho en México.
En el citado retorno, recuerdo que nuestra Universidad lo recibe primero en calidad de asesor, en el periodo democrático de don Raúl Esteves Leyte, condición que tendría más de carácter honorífica que de acción real y extendida en el tiempo. No es dable olvidar aquí sus aportes en Ciencia y Técnica en nuestra Universidad.
Más tarde, año 1987, vendrá su actuación como Secretario Académico en la gestión del ya citado ingeniero Esteves Leyte, asumiendo, claro está, en un momento convulsionado en relación al gabinete universitario de esa época (renuncias de todos los Secretarios).
No obstante ello, algunas realizaciones concretará. Su espíritu siempre en inquietud y su amplitud no le hubieran permitido reposo. Es en 1986, mes de agosto, cuando ya iniciamos una relación definitiva y, por qué no, definitoria. Un asesor de lujo (Nervi), enfrentado a un joven e inexperto Secretario de Cultura y Extensión Universitaria, recién
asumido en el cargo, consagra un amplio marco de gran colaboración.
En primera instancia se genera un concierto de guitarra a cargo del maestro Héctor García Martínez, abordando la obra de Abel Fleury. Este acto promovería cierto interés en el estudiantado de nuestra Universidad, que hasta entonces casi siempre quedaba al margen de las realizaciones de esta Secretaría, como de otros actores sociales también.
Acto seguido, y siempre en procura de posibilitar oportunidades a aquellos artistas poco difundidos y de excelencia artística, por parte del profesor Nervi, nos llevará a concretar un concierto con la guitarrista castense Laura Rinaudo. Mi afecto cuasi familiar y admiración para con Nervi dotaron a esta relación institucional de una plenitud y productividad de ideas tales que permitió que mi pensamiento de realizaciones, de carácter artístico, se trocara y ampliara hacia otras que realmente constituyeron actividades de Extensión Universitaria.
La "Cátedra de Pedagogía Universitaria" lo va a tener a Nervi, en los años ‘90, luego de su paso por la Secretaría Académica del rectorado, como principal referente y profesor. Es en este estado en que desarrollará su última gran intervención universitaria y como pedagogo, al dictar un amplio e interesante seminario sobre "Folklore y Pedagogía", sin antecedentes en la currícula en nuestra Universidad a través de toda su existencia.
De dicho seminario me es dable hablar, ya que junto a Sandra J. Enrietti fuimos invitados por Nervi a dictarlo.
El desinterés, sumado a la irreverencia ejercida por ciertos sectores de la conducción de la Universidad, en aquellos años, sobre el profesor Nervi, han invisibilizado la última realización del gran maestro castense.
Un nutrido auditorio que cada sábado cubría el aula Nº 7 de Ciencias Económicas, unos 90 asistentes, en su mayoría profesores de Música de la provincia, puso de manifiesto la incipiente y existente necesidad que la Universidad no detectó nunca, en referencia a este tema. Es más, desde aquel momento no se ha vuelto a dar un seminario de estas características. No era ningún improvisado en el tema.
Pocas cosas le han resultado ajenas al profesor Nervi en materia de saberes y
conocimiento. El folklore como ciencia, desde fines de los años ’50 del siglo pasado, alentaba su estudio y actividad. Tanto es así, se sabe de su participación en el Congreso Mundial de Folklore de 1960, realizado en Buenos Aires.
También es reconocida su participación en el Congreso del Hombre y el Folklore en las distintas ediciones del Festival Nacional de Folklore en Cosquín, junto a destacados estudiosos de la ciencia, como don Lázaro Flury, de Santa Fe, o Augusto Raúl Cortázar, entre otros, habiendo organizado y coordinado en enero de 1968, también en Cosquín, el Simposio Nacional de Folklore.
Tampoco podemos obviar la publicación en la Editorial Plus Ultra de sus trabajos de investigación folklórica, donde en la serie Propuestas Didácticas que él dirigía hay dos títulos de suma importancia en el tema: "El Folklore en la regionalización de la enseñanza" y "Folklore musical y actividades lúdicas", ambas de 1987. Mucho antes, en 1981, la misma editorial, con Ricardo aún en el exilio, había publicado su libro "Literatura infantil juvenil y folklore educacional".
El seminario de Folklore y Pedagogía tuvo su inicio en septiembre de 1995, culminando en los primeros días de diciembre del mismo año. Más de veinte módulos preparados por Sandra Enrietti, supervisados por el Maestro Nervi, abarcaron los distintos tópicos de estudio de la ciencia del Folklore: las múltiples teorías de folklore nacidas desde 1846, las vinculaciones del folklore con la cultura, con la educación, con los juegos, con los cancioneros, con las artesanías, con las danzas folklóricas, etc.
Principalmente eran clases teóricas, donde los comentarios nacidos de la gran experiencia y sapiencia de Nervi se transformaban en todo un módulo aparte, que compendiaba lo surgido del camino, transitado por el Profesor en más de 40 años. La asistencia nutrida y sustentada en el tiempo por parte de los estudiantes que sábado a sábado lo hicieron por casi 4 meses, alentaban a Nervi a extenderlo en duración, lo que finalmente la cercanía al fin de año truncó la posibilidad de hacerlo.
La claridad y la amplitud de Ricardo lo hizo realidad. Verdadera Extensión Universitaria profesada y realizada por quien nunca dejó de tener empatía pedagógica con el semejante: dentro y fuera de los claustros universitarios.
Quien supo hacer de su destino de siembra en forma sostenida, más allá de todas las contingencias y avatares, una forma de existencia terrena, hoy sigue alimentando este presente no menos difícil que aquel de sus primeros pasos.
Gracias profesor J. Ricardo NERVI.
Ernesto del Viso. Músico. Ex Secretario de Cultura y Extensión Universitaria de la UNLPam (1986/87)