Este año, previo a la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19, inició el programa “La UNLPam en el Territorio”. El rector Oscar Alpa realizó un balance de la puesta en marcha de la propuesta y expresó su satisfacción por el acompañamiento recibido.

Hubo 460 estudiantes que empezaron a cursar en General Acha, Macachín, Telén y Realicó. Las carreras que se dictan son: Administración con Orientación en Emprendedurismo (Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas); Licenciatura en Administración de Negocios Agropecuarios (Facultad de Agronomía); Licenciatura en Comunicación Social (Facultad de Ciencias Humanas) y Tecnicatura en Informática de Gestión (Facultad de Ciencias Exactas y Naturales).

-¿La idea de llevar la UNLPam al interior respondió a una necesidad institucional o a una demanda del gobierno provincial?
-El tema estaba en la agenda política de gestión de Rectorado y se trataba de una necesidad que veníamos percibiendo. Fue por eso que empezamos a dialogar con algunos intendentes que me comentaban sus inquietudes y yo les iba transmitiendo esta idea, luego de observar algunos modelos que conozco de ciertas universidades internacionales. Se ha aplicado principalmente en el interior de Europa y Estados Unidos con muy buenos resultados. Se trata de brindar un primer año en las localidades, para que luego las y los estudiantes puedan continuar en la ciudad donde está definida la carrera.

-¿Cuán importante ha sido en esta propuesta la idea de la descentralización?
-La idea de esta gestión es descentralizar. En primer lugar, porque tenemos un problema de capacidad de aulas en Santa Rosa, mientras que en los pueblos lo que sobra es infraestructura. En segundo lugar, es importante llegar a estudiantes que de otra manera no podrían acceder a la Universidad. Un tercer punto es algo que vengo diciendo desde hace años y es que la UNLPam debe estar en La Pampa y no solamente en Santa Rosa y Pico.

-¿Qué factores se tuvieron en cuenta al momento de escoger las carreras?
-A partir de que se tomó la decisión política fuimos dialogando con decanas y decanos de las seis unidades académicas. Intercambiamos opiniones y se fue generando la idea de que era factible. En algunas carreras donde la presencialidad era imprescindible, sobre todo por la parte práctica, entendimos que iba a ser dificultoso. Sin embargo, había un apoyo a esta idea. Desde que empezamos la gestión siempre planteamos que había que trabajar en equipo. Es decir, pensar a la Universidad en conjunto y trabajar de ese modo con los intendentes y el gobierno de la provincia.

-¿Cómo se fue instrumentando la propuesta?
-Yo, particularmente, me reuní en 2019 con la entonces ministra de Educación, María Cristina Garello, quien apoyó esta idea y la compartió con el gobernador Carlos Verna. También se la trasmitió al mandatario electo, Sergio Ziliotto. Los funcionarios apoyaron plenamente la propuesta. A partir de ahí fuimos dialogando con las distintas intendencias y se llevó el proyecto al Consejo Superior, donde se le fue dando forma. Se plantearon cuáles eran las necesidades económicas y fuimos hablando con cada una de las facultades. Aunque finalmente quedaron cuatro, nuestro objetivo inicial era que en cada unidad académica al menos una carrera se incorporara a este programa. La elección de las carreras no fue decisión ni del Consejo Superior ni de Rectorado, sino de cada Consejo Directivo. Fueron discusiones muy provechosas que se fueron aprobando por unanimidad.

-¿Cómo se acordó que fueran cuatro las localidades?
-Se planteó que no fueran más de cuatro localidades porque queríamos que el docente estuviera presente, teniendo en cuenta que la propuesta tiene una base virtual y otra semipresencial. Al pensar en un encuentro semanal con las y los docentes, no iba a ser posible cubrir más de cuatro pueblos al mes. Volvimos a reunirnos con la ministra de Educación y pensamos en cubrir la mayor cantidad de zonas de la provincia. Al este estaba muy cerca de Santa Rosa, por lo cual nos enfocamos en el norte, sureste, noroste y suroeste. La elección de los lugares se tomó de forma conjunta con el gobierno provincial que nos brindó un mejor panorama de la realidad educativa y social de cada micorregión.

-Si bien hubo un buen acompañamiento general, ¿hubo inconvenientes en la puesta en marcha del programa?
-Creo que, después de 61 años, esto es un paso enorme para la Universidad. Nuestro objetivo es que esto realmente siga con los años, y se vaya afianzando. En general no aparecieron problema, sí sabemos, lo cual es lógico ante un cambio de paradigma, que ha sido un esfuerzo importante los equipos de gestión de las unidades académicas. Fueron necesarios varios encuentros y también reuniones con los titulares de las Secretarías Académicas y con quienes coordinan cada carrera. Luego, se los trasmitieron a las y los docentes en diversos encuentros. Desde afuera parece muy sencillo, aunque fue un proceso complejo. Sin embargo, gracias a la adhesión unánime de todos los sectores políticos dentro de la Universidad se pudo lograr. Es un cambio de mentalidad importante para nuestra universidad.

-¿Se plantea a futuro la posibilidad de incorporar más localidades?
-Desde el punto de vista político, sí. Por supuesto que lo haremos paulatinamente ya que no podemos perder la calidad que siempre fue uno de los cuatro slogans que tenemos como Universidad. La UNLPam tiene que mantener un estándar académico porque si no estaríamos defraudando al estudiantado. Y eso lo garantizamos definiendo que son las mismas cátedras, con los mismos docentes, tanto en Santa Rosa como en el interior.

-¿Qué sucede con las modalidades de las nuevas designaciones?
-Es cada titular de catedra quien definió la estructura. En la mayoría de los casos se otorgó mayor dedicación. En las situaciones donde las y los docentes no tenían posibilidad de asumir el compromiso solicitaron refuerzos, que se están haciendo a través de selección de antecedentes. Pero son pedidos de los mismos docentes. Sobre las designaciones, fue aprobada una reglamentación particular que está dentro del Convenio Colectivo ya que es una propuesta anual, no permanente. Recordemos que esto justamente se determinó para el 2020 con la idea política de seguirlo, pero la verdad es que ignoramos qué sucederá. Tampoco sabemos si los Consejos Directivos en 2021 van a dictar la misma carrera u otra. Por ello, y tal como lo plantea el Convenio Colectivo en su artículo 15 cuando plantea la temporalidad de la situación, en estos casos excepcionales (que no se pudo asignar dentro de los docentes de la cátedra) las unidades académicas han realizado designaciones interinas para este año.

-¿Está la posibilidad de que puedan avanzar las carreras en los municipios o solo se dictará primer año?

-En algunos lugares se han inscripto diez estudiantes en una carrera. Es interesantísimo el número, pero si tenemos en cuenta la realidad sabemos que esa cantidad irá disminuyendo y no podemos hacer viajar al docente en esa situación. Por eso el modelo, en muchas universidades parecidas a la nuestra, consiste en llegar al territorio con primer año. Tal vez en algunas carreras se pueda instalar el segundo año también. También es cierto que quizás en el futuro nos convenga ir con tecnicaturas que son de tres años. Se irá viendo en cada zona qué se necesita. Por el momento estamos hablando con el gobierno provincial para analizar la posibilidad de otorgar becas a las y los estudiantes de los pueblos para que puedan continuar el cursado en Santa Rosa. Me parece que tenemos que pensar más en ampliar la cantidad de localidades en ese primer año, que continuar la cursada en instancias superiores.

-¿Cuál fue el valor del trabajo en equipo?
-En principio estamos muy satisfecho porque tuvimos 460 inscriptos en esta propuesta y fue por el trabajo de todas y a todos. Esto se logró gracias a que la Universidad se encolumnó detrás de esta idea. Si bien la propuesta original surgió de Rectorado, lo cierto es que fue posible gracias a las decanas y decanos, Consejos Directivos, coordinadores y docentes, entre otras personas. Esto fue un planteo estratégico y se concretó gracias al apoyo recibido. A su vez, el gobierno provincial y las intendencias realmente acompañaron. La Universidad Nacional de La Pampa necesitaba salir a las localidades de nuestra provincia y se está logrando.

María Soledad García. Comunicadora social. Foto tomada en General Acha.