En septiembre de 2020 se aprobó la Guía de recomendaciones para el uso de lenguaje no sexista en toda la comunidad universitaria.

Esta decisión se sustenta en la necesidad de promover un uso de lenguaje libre de sexismo y de androcentrismo. Pero también se justifica en la construcción de una universidad más inclusiva, que contribuya a la eliminación de estereotipos de género y diversas formas de discriminación que constituyen la base de la desigualdad.

Esta guía surgió en el seno del órgano máximo de la Universidad Nacional de La Pampa, que aprobó el uso de lenguaje no sexista para la totalidad de los actos administrativos de esta casa de estudios y, al mismo tiempo, creó una Comisión encargada de su redacción. La iniciativa, llevada adelante por el Consejo Superior, halla su antecedente más próximo en la Facultad de Ciencias Humanas, que en mayo de 2019 había aprobado el uso del lenguaje no sexista para esa unidad académica. Luego, representantes de esa Facultad le solicitaron al Consejo Superior extender la propuesta para todo el ámbito de la universidad.

El principal objetivo de esta guía es acercar a la comunidad universitaria una herramienta útil y de fácil acceso que colabore en la utilización de un lenguaje no sexista en las comunicaciones orales, escritas y audiovisuales, a través de diferentes ejemplos y sugerencias, que nos permitan transitar en favor de la igualdad y el reconocimiento de los derechos de las mujeres y géneros no binarios, muchas veces, blanco de discriminación.

Sin embargo, sabemos que para que estas prácticas se tornen habituales será necesario dejar de lado las desigualdades lingüísticas, que según el sociólogo francés Pierre Bourdieu, se traducen en ‘violencia simbólica’. En este sentido, proponemos diferentes alternativas para que las producciones (orales, escritas o audiovisuales) sean más respetuosas con la diversidad y la dignidad de las personas.

Asimismo, quienes elaboramos este documento, lo hicimos con la convicción de visibilizar a todas las personas que integran esta comunidad, dejando atrás un lenguaje que oculta, subordina y excluye. Aunque reconocemos, de antemano, que un cambio en el lenguaje conlleva, necesariamente, un cambio cultural.

Es por ello que, en sintonía con lo anterior, esperamos que cada comunicación, acto resolutivo, decreto u ordenanza, pero también las producciones académicas, los eventos o actividades sean cada vez más inclusivos y tiendan, progresivamente, hacia la perspectiva de género. Porque solo a partir de esta mirada será posible transformar la estructura patriarcal de nuestra sociedad, en virtud de la pretendida igualdad entre todas las personas.

La guía se articula a partir de diferentes mecanismos y recursos que permiten adecuar el uso del lenguaje a la realidad social, para incluir a las mujeres, hombres e identidades no binarias. Contiene, además, una entrevista a Teresa Meana Suárez, reconocida lingüista española, activista del movimiento feminista por más de cuarenta años y especialista en lenguaje no sexista. Su mirada, centrada en la relación entre el lenguaje y la realidad, aporta claridad al texto y, en relación con el lenguaje no sexista, señala que “se trata del ladrillo fundamental para avanzar hacia una sociedad incluyente”.

También acompaña esta guía una suerte de glosario compuesto por más de veinte términos de uso común en relación con el género, organizado alfabéticamente, que se anexa para que pueda ser consultado ante posibles dudas.

Por último, esperamos que se haga efectivo el uso del lenguaje no sexista en la UNLPam, para que todas las personas pertenecientes a la comunidad universitaria se sientan representadas y visibilizadas.

“Cuando nombramos las cosas, hacemos luz sobre ellas”. Teresa Meana Suárez, julio de 2020

Esp. Melina E. Caraballo. Docente de la Facultad de Ciencias Humanas e Integrante de la Comisión Especial para la redacción de la Guía de recomendaciones para el uso de lenguaje no sexista.