Integrantes del Centro para el Estudio y la Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara) están probando una aplicación que se descarga en los teléfonos celulares para recoger información sobre la fauna silvestre atropellada en las rutas pampeanas.
Esta iniciativa forma parte de un proyecto que vincula a varias instituciones y necesita, para que su desarrollo sea exitoso, de la participación ciudadana. Los datos recolectados servirían de insumo para que organismos como Vialidad Provincial y Nacional adopten medidas de mitigación.
La App se llama CyberTracker y se utiliza para tomar datos georreferenciados, en este caso de animales silvestres atropellados en las rutas provinciales. El equipo del Cecara comenzó a testearla desde diciembre de 2020 a partir de un proyecto que apunta a determinar la mortalidad de gatos pequeños que habitan La Pampa, como el Gato Montés y el Gato del Pajonal.
“Cuando iniciamos los trabajos de campo y censos comenzamos a ver fauna de diverso tipo atropellada en las salidas de investigación. Entonces decidimos ampliar el estudio a toda la provincia y a todas las especies. Además, asumimos que sería buena idea comenzar a desarrollarlo con la participación de la gente, ya que si un porcentaje de la ciudadanía demostrara interés en tomar registro de fauna atropellada, podríamos conseguir más datos y conoceríamos la diversidad de especies que está siendo afectada”, explicó Juan Zanón Martínez, doctor en Biología y director del proyecto denominado “Biodiversidad e infraestructura humana”.
LA APLICACIÓN
CyberTraker es fácil de usar: se toma la foto del animal atropellado; si la persona sabe el nombre de la especie puede cargarlo; de lo contrario, la identificación la hace el equipo de trabajo. Se guarda toda la información junto con las coordenadas del lugar donde se produjo el incidente y se envían los datos al servidor del Cecara para su procesamiento.
Zanón explicó que cada vez que se encuentra a un animal atropellado se toman variables como el ancho de las banquinas, su mantenimiento y qué tipo de hábitat hay alrededor (si son cultivos, humedales, entre otros). Buscan establecer una relación entre la cantidad de fauna atropellada, la biodiversidad y el tipo de hábitat. Y puso un ejemplo: “Cuando no hay mantenimiento en las banquinas se puede observar que los pastos están altos. Como consecuencia, ciertas especies, especialmente los mamíferos terrestres, son más fácilmente colisionados porque no ven al cruzar”.
Además de buscar estas relaciones, las y los especialistas quieren saber en qué lugares hay mayor diversidad y número de especies atropelladas, cuáles son esos “puntos calientes” donde organismos como Vialidad Provincial y Vialidad Nacional podrían implementar medidas de mitigación para disminuir la mortalidad de fauna silvestre.
CAUSAS
La causa de los atropellamientos se encuentra en la infraestructura, en las rutas específicamente. Por eso las medidas de mitigación deberán apuntar a construir “pasos de fauna”, colocar señalización y concientizar a través de la educación ambiental, en un proceso que podría resultar a largo plazo. Las rutas nacionales 35 y 5 son muy transitadas. Entonces, los animales no tienen muchas probabilidades de cruzar vivos. Aquellas que pasan por una reserva de fauna, como Parque Luro, un lugar de mucha abundancia de especies, es donde se produce una mayor cantidad de colisiones. Allí deberían estar presentes pasos de fauna y carteles advirtiendo a las y los automovilistas que se están acercando a una reserva y que deben disminuir la velocidad.
“Hemos encontrado sobre la 35 varios jabalíes, lo que constituye un peligro también para las personas que van en un vehículo”, puntualizó Zanón, quien además es investigador asistente del Conicet.
También planteó que la 35 corta muchos humedales y lagunas a la mitad. Incluso se han ido formando cuencos al costado, como sucede en el Bajo Giuliani. De este modo, las nutrias se reproducen de un lado pero las crías, cuando comienzan a dispersarse, deben cruzar la ruta y quedan expuestas a ser atropelladas. Cuando se trata de humedales, que albergan mucha diversidad biológica, las medidas deberían comenzar antes, cuando se realiza el diseño de este tipo de infraestructura, destacó Zanón.
En los registros que están haciendo, el grupo observa que las especies que sufren más atropellamiento son: armadillos (tanto el peludo como el piche), zorrinos, hurones, zorritos (en el verano están en el momento de la dispersión y las crías son las más afectadas). Respecto de los dos gatos silvestres hay más casos de gato montés (adultos, juveniles y crías). Otros animales que se ven en las rutas atropellados son: jabalí, pájaros (el misto, varias palomas) y, cerca de lagunas, han observado aves acuáticas.
ANIMALES DOMÉSTICOS
Zanón aclaró que están considerando también los incidentes con animales domésticos, puesto que cuanto más cerca de las ciudades, de los pueblos, mayor es la cantidad de atropellamientos. “Y estamos observando, más que nada en los accesos y salidas de las ciudades, que puede haber un perro atropellado durante semanas y no lo sacan. Y en zonas donde camina la gente la presencia de un animal en alto estado de descomposición puede ser contraproducente para la salud humana”, advirtió.
El proyecto es de largo aliento pero cuando el equipo tenga un año de colección de datos va a poder comenzar a calcular una tasa de mortalidad por atropellamiento para las diferentes especies de fauna pampeana. La información obtenida hasta el momento, en el que todavía no ha comenzado a participar la población, sugiere que esa tasa va a ser alta.
CyberTracker es un software que tiene muchos años. Fue desarrollado por un grupo de biólogos en África, que necesitaban que las comunidades locales colaboraran con ellos en las observaciones de campo georreferenciadas de forma fácil y rápida, utilizando unos dispositivos llamados PDA (Personal Digital Assistant, por sus siglas en inglés), una especie de “computadora de mano”. Su interfaz de íconos fue diseñada originalmente para los rastreadores que no sabían leer ni escribir. “Era todo diseñado con dibujos de huellas de león, de leopardo, de ungulados, y la gente tocaba en la pantalla del PDA las huellas que correspondían al animal que observaban. A ese PDA se le conectaba otro aparato, que cumplía la función de los GPS actuales. Lo destacable es que esta propuesta tiene un gran aporte de participación ciudadana desde su origen”, afirmó el científico.
Cuando la App esté disponible para su descarga será informado públicamente y las personas interesadas podrán acceder a CyberTracker en Play Store (si el teléfono es Android) o Apple Store.
En esta iniciativa participan la Universidad, a través del Incitap, instituto de doble dependencia UNLPam/Conicet, el Cecara, estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, el egresado de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales y Medio Ambiente José Galea, quien hace más de tres años que está tomando registro de los atropellamientos; el Museo de Historia Natural; Vialidad Provincial; y, pronto, la ciudadanía. El grupo además está haciendo contactos con Vialidad Nacional para incorporar este organismo al proyecto.
Lic. Mariano Pineda Abella. Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria
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