Walter Muiño es docente investigador de las Facultades de Agronomía y de Ciencias Exactas y Naturales, y graduado de esta última. Se doctoró en la Universidad Nacional de La Plata como Doctor en Ciencias Naturales.
Su trabajo de tesis "El uso de las plantas silvestres por la comunidad de Chos Malal (provincia de La Pampa)", además de su relevancia por la escasa información que existe sobre las relaciones entre las personas y las plantas, particularmente en la región central de nuestro país, se relaciona con la etnobotánica médica.
El uso de las plantas con fines medicinales toma un interés creciente ante las rápidas transformaciones sociales -que tienden a la homogeneización cultural en todo el planeta-, con el fin de evitar la pérdida de los conocimientos de las comunidades locales por una parte y, por otra, la posibilidad de descubrir novedosas fuentes de compuestos químicos en las plantas.
Durante una década, por lo menos, Muiño trabajó en caracterizar la interpretación del origen de las dolencias, registrar el conocimiento y uso actual de la farmacopea vegetal, así como la terapéutica aplicada en la práctica de la medicina de una comunidad del oeste de la provincia de La Pampa. Más precisamente en la localidad de La Humada, en el sector occidental del Departamento de Chicalcó. En ese tiempo recorrió en numerosos viajes el área de trabajo, visitando a sus pobladores y generando un vínculo de confianza y respeto mutuo. En 2019 se estrenó un documental donde se reencuentra luego de diez años con aquellas personas (“Usos tradicionales de las plantas en el Oeste pampeano”. Convocatoria “La Universidad se proyecta”, Secretaría de Políticas Universitarias)
Considerando estos años de viajes de campo, entrevistas, tanto en el ámbito urbano como en los diferentes puestos del oeste provincial, le consultamos qué era lo más relevante, aquello que le despertó mayor interés durante sus recorridos. Su respuesta fue claramente sociológica:
“Los contrastes entre culturas, que te permite ver que una cosa o un suceso, tiene múltiples perspectivas dependiendo desde qué lugar se mire. Cuando hablo de diferentes culturas pareciera que estoy haciendo contrastes entre la cultura occidental y los Masai, pero no. Estoy hablando de las culturas que tenemos en nuestra provincia. Aún dentro de todas nuestras identidades compartidas, ante un hecho determinado puede ser diferente la perspectiva de un criancero de Puelén o de Chos Malal con respecto a la de un habitante de las ciudades de Santa Rosa o General Pico. O aún en cualquiera de nuestras ciudades entre una persona de clase media alta y otra de clase baja con muchas necesidades básicas insatisfechas. Estas cuestiones me hicieron pensar mucho sobre los juicios de valor que hacemos diariamente en una infinidad de temas, sin asumir que hay un ‘otro’ que puede ver la realidad de manera diferente a cómo la vemos. Y me hace comprender también las fracturas que existen en nuestra sociedad. En conclusión, te diría que fueron dos cosas: los contrastes culturales y las asimetrías de la sociedad en cuanto a la desigualdad de posibilidades”.
-¿Y en cuanto a sus motivaciones?
-Es un hecho que la Universidad Pública tiene en sus bases fundacionales un compromiso social. Creo que si la tiene como institución, todos los que integramos la comunidad universitaria debemos tenerlo también y ponerlo en práctica en nuestras actividades como docentes investigadores y como estudiantes. En este sentido celebro que la UNLPam haya tomado un compromiso institucional con las Prácticas Comunitarias, aun cuando en la comunidad universitaria todavía no exista un consenso absoluto sobre su implementación. Me parece que las resistencias que todavía se observan son producto, al menos en parte, del desconocimiento acerca de los alcances transformadores de las Prácticas Comunitarias, del rol que debemos asumir los docentes o los estudiantes y de nuestro compromiso en el marco de esas prácticas.
-Si tuviera que pensar en sus inicios y hacer una mirada retrospectiva con sus estudiantes actuales, ¿qué cambios considerás fundamentales para el desarrollo de una mirada social de la universidad y de la educación pública?
-Creo que con respecto a quienes fueron nuestros docentes universitarios, los actuales debemos esforzarnos más para que nuestros estudiantes desarrollen una mirada crítica. Me refiero obviamente sobre el objeto de estudio de nuestras respectivas disciplinas de estudio, pero debemos bregar también por lograr en ellos (y como condición indispensable en nosotros mismos) una mirada crítica sobre el mundo actual y sus problemas. Son los desafíos que se nos plantean para el futuro como la especie social y racional que somos.
Pilmaiquén de la Cruz Alfonso. Secretaría de Investigación, Posgrado y Extensión. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales