Cotita se caracterizó por ser un asentamiento de escaso desarrollo urbano debido a su naturaleza de lugar de paso.

Por depender fuertemente de la actividad ferroviaria, su existencia como pueblo estuvo atada a la operatividad de la estación Cotita. Ésta poseía una infraestructura de galpones para el almacenamiento de granos de cereales, que se complementaba con instalaciones de silos de acopiadores comerciales. Por ello, la estación Cotita se constituyó en un punto importante de embarque de granos de trigo, cosechados en los campos de planicie de la colonia agrícola aledaña.

En menor escala, la leña fue otro producto que se supo despachar por ferrocarril desde Cotita. Siendo arrendatarios que aspiraban a crecer y ser dueños de sus chacras, los colonos de la zona no tuvieron una vida fácil, ya que debieron hacer frente a distintas contingencias derivadas del clima de la región, entre ellas la incidencia de grandes sequías, en combinación con una coyuntura de precios elevados de la tierra y la ocurrencia de fuertes crisis económicas, como la de 1929. Lamentablemente, varios de ellos sucumbieron ante tales eventualidades y terminaron siendo parte de la ola de expulsión demográfica que se dio en La Pampa hasta 1960.

Cuando al final de la década comenzada en 1960 dejan de tener vigencia leyes que frenaban desalojos, y sostenían el valor de los arrendamientos a niveles relativamente bajos, la mayoría de los colonos que aun persistían en la Colonia Agrícola Cotita abandonarán sus chacras. Por esa misma época, el progreso deviene en la pavimentación de la Ruta Nacional 35, que se extendía a escasos metros de la estación Cotita en un recorrido paralelo a las vías férreas, posicionando al transporte carretero como un fuerte competidor. Bajo dicha coyuntura, luego de haber alcanzado medio siglo de actividad, la estación Cotita sufrirá su clausura al transcurrir la década comenzada en 1970, adelantándose al destino de vaciamiento y cierre que le esperaba a la sección ferroviaria Bahía Blanca-Toay hacia el final del siglo XX.

EL ÉXODO

Esto tendrá, como consecuencia inmediata, el éxodo total de los habitantes de la planta urbana de Cotita y, sin ser ajena a ello, la Escuela Nº 73 quedará condenada a su cierre. Dicho establecimiento educativo de la localidad, que llegó a tener una matrícula anual máxima de 60 educandos, debió cerrar sus puertas en 1972, al no haber niños inscriptos para dicho año escolar, siendo su última directora María Inés Beck.

Cuando recientemente se han cumplido 100 años de los hechos ferroviarios que le dieran identidad, de las edificaciones del asentamiento urbano de Cotita ya no quedan rastros y, en cuanto a su estación ferroviaria, solo son observables un andén derruido y dos torres que sostenían las señales de tráfico de trenes. Como sociedad pampeana, con una mirada crítica deberíamos preguntarnos acerca de qué otras reconfiguraciones del espacio y de la cultura sucederán para conducir inevitablemente a un desenlace similar, de no actuar en forma oportuna, y qué podemos hacer al respecto las generaciones actuales.

Nos tiene que preocupar que la desaparición de Cotita no progrese más allá de lo material, buscando que los símbolos de la cultura de ese asentamiento y la memoria de sus testigos se reivindiquen como patrimonios, en tanto refieren a un pasado de lucha contra una gran variedad de adversidades.

En atención a tal línea de pensamiento, desde la Universidad Nacional de La Pampa estamos involucrados en la ejecución de una acción de extensión, que implica un trabajo conjunto con la Comisión de Fomento de Perú, la Municipalidad de Abramo, la Asociación Pampeana de Conservación del Patrimonio Cultural y la Asociación Hucal Despierta. Contribuir al rescate de la memoria cultural de Cotita, como territorio con identidad propia en el todo provincial, es el objetivo general que nos guía para abordar dicho trabajo de extensión.

Mario Eduardo Mendoza, Walter Alejandro Muiño, Hernán Soiffer y José Horacio Pagella. Acción de Extensión Universitaria "Rescate Cultural de la Localidad de Cotita en su Centenario", coordinada por H. Pagella.

Los orígenes de Cotita y su apogeo como pueblo