En conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer la Secretaría de Cultura y Extensión de la UNLPam propuso una serie de entrevistas en vivo a través del Instagram institucional que permitió el encuentro con distintas voces que dan cuenta del impacto de casos paradigmáticos de femicidios en la provincia, el accionar comprometido de agrupaciones feministas y el rol de la Justicia.

El ciclo inició el 6 de noviembre y contó con la presencia de la Licenciada Mónica Molina, periodista e integrante del Centro de Producción Audiovisual de la UNLPam, agente de Igualdad de Oportunidades para Mujeres; activista feminista abolicionista; integrante de Red PAR, Periodistas de Argentina en Red, para una comunicación no sexista; y ex Subdirectora de Políticas de Género de la Municipalidad de Santa Rosa durante el período 2008 y 2011. La conversación se denominó un "Recorrido por casos emblemáticos de violencia de género en la provincia", como han sido los femicidios de Carla Figueroa, en General Pico, y Andrea López, en Santa Rosa.

“Nos parecía interesante hacer este recorrido porque, sobre las situaciones que han padecido estas mujeres que mencionamos, tallan los fracasos de un accionar que no estuvo a tiempo por parte de diferentes organismos y la cultura patriarcal que nos atraviesa”, reflexionó. “Pensar en estos casos implica recorrer la historia de mujeres en la provincia que han padecido múltiples tipos de violencia, casos con nombre y apellido”, destacó Mónica.

El femicidio de Carla Figueroa, ocurrido el 10 de diciembre de 2011, fue la crónica de una muerte anunciada. La ausencia de perspectiva de género permitió que se concediera el avenimiento a su femicida, Marcelo Tomaselli. Esta figura fue derogada por el Congreso Nacional el 21 de marzo de 2012. Permitía que un violador o responsable de abuso sexual eludiera la cárcel si era perdonado por su víctima. “En la provincia se movilizaron distintas agrupaciones que reclamaron al poder judicial por la vigencia de esta figura”, recordó.

El otro caso paradigmático es el de Andrea López, joven operaria de Calzar que era prostituida por su pareja, el boxeador Víctor Purreta. “En ella había todo un recorrido de distintos tipos de violencia”. Andrea permanece desaparecida desde el 10 de febrero de 2004. Purreta está preso desde 2014 y cumple una condena de 26 años. “En el cuerpo de Andrea se inscriben todas las ausencias de políticas de Estado en materia de protección de derechos”, destacó la periodista.

En el marco de los “Vivos de Instagram”, los casos fueron abordados a través de entrevistas realizadas a Paola Tarpin, sobrina de Carla Figueroa, y María Zerbino, periodista popular y activista feminista que desarrolla su tarea en la Colectiva Feminista “Todas somos Andrea”.

“Paradójicamente son situaciones que nos enseñan”, reflexionó. “No obstante seguimos teniendo femicidios”. Por eso son importantes algunas acciones implementadas que tienden a sensibilizar a la comunidad. Como la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñan en los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación. La ley lleva el nombre de Micaela García, la joven de 21 años que fue asesinada en Gualeguay (Entre Ríos) por un hombre que tenía antecedentes penales por violación. La Universidad Nacional de La Pampa también dio pasos en este sentido y lleva adelante propuestas de capacitación a través del Programa Académico Institucional de Derechos Humanos.
Sin embargo, estas acciones generan resistencia. “Todavía molestan a los operadores de la Justicia las capacitaciones. La resistencia está anclada en un sistema basado en el patriarcado. Da cuenta de las jerarquías, de las desigualdades, de las asimetrías de poder, que no son solo privativas de los varones. Los femicidas terminaron encontrando ciertos consensos en el sistema patriarcal”, señaló Molina.

De acuerdo a datos oficiales de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en 2019 se cometieron en el país 252 femicidios. “Entre enero y setiembre de este año el número 144 recibió 81.777 llamadas, lo que indica cuan latente está la problemática. Son entre 260 y 300 llamadas diarias registradas con meses pico en abril, mayo, julio y agosto, particularmente julio. Y durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio se recibieron 60.469 llamadas”, apuntó.
“La sociedad argentina estalla a partir de 2015 cuando suceden una serie de femicidios y se expresa masivamente en las calles. Ni una Menos es la exteriorización de la impotencia contenida, eso también marcó un punto de inflexión”, concluyó Molina.

Cecilia Mana, periodista. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.