Desde la Facultad de Agronomía de la UNLPam, en el marco de una Acción de Extensión Universitaria, se viene desarrollando un trabajo que busca probar la viabilidad de la instalación de un huerto frutal comunitario en un espacio verde del barrio San Cayetano de Santa Rosa.
La idea general del proyecto se desprende de la actividad final de integración de un estudiante de la Tecnicatura en Producción Vegetal Intensiva de la Facultad de Agronomía. Idea que viene asociada, por un lado, a repensar la funcionalidad del arbolado urbano y los espacios verdes y, por otro, al ejercicio de la Soberanía Alimentaria. Poniendo a la educación ambiental como eje trasversal para su implementación.
Respecto del arbolado urbano, consideramos que el contexto de pandemia fue disparador de muchísimas cosas. Entre las positivas, la revalorización de los árboles en el contexto urbano como proveedores de servicios ambientales.
Si bien está comprobado que uno de los servicios de mayor importancia es la regulación de las temperaturas extremas, llegando a existir una diferencia de hasta 30°C sobre el asfalto de una calle arbolada en comparación con una calle desprovista de árboles, y también está comprobada la capacidad de retención del follaje de contaminantes del aire y partículas alergénicas, no está comprobada la posible utilización de árboles frutales como integrantes del arbolado urbano. Se dice popularmente que el frutal es “sucio” para vereda y puede que así sea si no se gestiona la fruta, pero en otro contexto como un espacio verde la realidad podría ser otra. Sobre esta idea se avanza con muchas expectativas asociadas al apostar a algo a largo plazo como los árboles.
LA PLANTACIÓN
De ser exitosa la plantación, Santa Rosa contaría con su primer espacio verde de gestión comunitaria que sería proveedor de alimentos. De aquí que la Soberanía Alimentaria atraviesa la propuesta, implicando poder decidir y elegir qué comer, cómo producirlo, cómo gestionarlo. Proyectando mucho más allá, contar con fruta sería un aporte a la nutrición de niños y niñas y a la economía familiar, entre otras cosas.
El equipo de trabajo está compuesto por docentes Facultad de Agronomía, estudiantes de esa Facultad y la de Ciencias Exactas y Naturales, vecinas y vecinos del barrio San Cayetano, integrantes de la Comisión Vecinal del barrio, la empresa Cítricos Pampa y la Subsecretaría de Ambiente y Servicios Públicos de la Municipalidad.
Entre las acciones que se han llevado a cabo se puede mencionar la realización de una encuesta en el barrio con el fin de conocer cómo es la vinculación con el arbolado urbano, los espacios verdes del barrio y los árboles frutales de traspatio. En este momento se está avanzando con el procesamiento de esos datos.
A su vez, se realizó una campaña de donación de frutales que contó con gran acompañamiento de los medios de comunicación locales. Como resultado de esta actividad se obtuvieron 19 árboles donados por distintos viveros, y por vecinas y vecinos. El 8 de octubre se llevó a cabo la primera jornada de plantación. Seis de los ejemplares (variedades de cítricos) los donó Cítricos Pampa, que acompaña el proyecto desde el inicio y colaboró además dando una charla sobre cuidados posteriores a la plantación. Otros viveros que donaron ejemplares fueron: Petruzzi, Agronomía Argentina y Dadán. La jornada duró 4 horas y se apreció la importancia del trabajo en equipo desde el inicio. La participación fue de alrededor de 30 personas. Como nota de color un vecino se acercó a musicalizar la jornada acercando un equipo de música que funcionaba conectado a la batería de su moto. Como puntos a destacar podemos mencionar que todos los materiales utilizados se obtuvieron de donaciones y/o materiales reciclados: tutores, cercos de protección, barreras para hormigas, etc.
CUIDAR Y ESPERAR
Ahora comienza la parte más crítica que es esperar y brindar a las plantas todos los cuidados necesarios. El proyecto continúa con jornadas de educación ambiental que tienen como objetivo generar sentido de pertenencia comunitaria sobre este espacio verde, valorización del arbolado urbano y cuidado del medio ambiente en general.
Por último, debemos mencionar que también en la Facultad de Agronomía, con un numeroso equipo interdisciplinario, se viene desarrollando el Proyecto de Extensión Universitaria “El Arbolado Urbano como patrimonio natural y cultural”. El escenario de este proyecto es el barrio ARA San Juan y entre las acciones llevadas a cabo se pueden mencionar la elaboración de una cartilla informativa, la realización de una primera jornada de sensibilización y se proyecta iniciar un censo y evaluación del arbolado del barrio.
A modo de cierre, es importante comentar que el cuidado y la importancia del arbolado urbano es un tema que viene cobrando importancia y pensarlo desde nuevos paradigmas podría contribuir, entre otras cosas, a aliviar la marcada crisis económica y alimentaria que estamos atravesando.
Gisela López, Mónica Alvarez Redondo, Lucas Ventimiglia. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.