El proyecto “Fortaleciendo derechos: talleres de extensión en la cárcel de mujeres de Santa Rosa” se viene realizando desde hace varios años y en 2019 se presentó en la convocatoria Proyectos de Extensión Universitaria.

El mismo fue financiado por la Universidad por dos años. Su objetivo central es brindar talleres que aborden diversos derechos y problemáticas para las mujeres presas de la Unidad 13.

Participan docentes y especialistas en distintas temáticas que incluyen derechos humanos, identidad de género, aborto, derechos ambientales, derecho a la información, derechos y niñez, trabajo, prostitución y trata de personas, violencia, entre los principales. Colaboran estudiantes avanzados de distintas carreras universitarias.

El punto de partida de los talleres fue la necesidad de construir espacios de diálogo y reflexión con las mujeres privadas de su libertad en materia de derechos humanos, ya que para poder prevenir las situaciones en las que se los vulnera es necesario conocerlos y reflexionar sobre sobre ellos.
La educación en Derechos Humanos se sostiene en valores que también son derechos.

La vida humana, la integridad personal, la libertad, la igualdad entre las personas, la tolerancia, la participación, la justicia, la solidaridad, el desarrollo humano son valores que permiten generar cambios y actuar para provocar transformaciones personales y sociales.

La reflexión y el abordaje con mujeres encarceladas también se relacionan con el impacto que el encierro supone para ellas. La pena privativa es en sí misma violenta pero para las mujeres se convierte especialmente en un ámbito discriminador y opresivo, situación que se manifiesta en la desigualdad del tratamiento penitenciario, basado en ideas estereotipadas sobre las mujeres que infringen la ley penal y que no presta atención a sus problemáticas específicas.

El desarraigo por estar detenidas en centros distantes de su lugar de origen suma una condición extra de aislamiento ya que dificulta las visitas de hijos/as y familiares, lo cual aumenta su grado de vulnerabilidad. La prisión es doblemente estigmatizadora y dolorosa si tenemos en cuenta el rol tradicional que la sociedad ha asignado a las mujeres, que son descalificadas por transgredir el mandato materno.

En este contexto resulta imprescindible ofrecer espacios e instancias de reflexión y discusión sobre derechos humanos que les permitan a las mujeres posicionarse como sujetxs con derecho a pensarse, definirse desde lugares y condiciones diferentes, que puedan realizar nuevos recorridos y construir trayectorias para futuros alternativos y posibles.

ACTIVIDADES

La modalidad de trabajo es el taller, lo cual supone un espacio de vivencia, reflexión y conceptualización, donde el pensar, el sentir y el hacer tienen protagonismo. Un lugar para la participación y el aprendizaje. Se parte de los conocimientos previos, es decir de lo que las mujeres saben hacer, y se plantean actividades de motivación a partir de cosas cotidianas y de sus experiencias de vida. El formato del taller facilita la participación, el intercambio y el aprendizaje colaborativo y colectivo. Se abordan contenidos específicos y también se realizan actividades de integración, creación y producción.

Los encuentros son coordinados por los/as docentes responsables y participan estudiantes avanzadas, quienes además de colaborar en el desarrollo del taller, realizan actividades de integración. Éstas se plantean como espacios de producción y creación artística a partir de retomar los temas trabajados.
También se realizan jornadas de cierre al final de cada año, donde se analiza lo trabajado y se proponen nuevas acciones para el año siguiente.

RESULTADOS ESPERADOS

El Proyecto propone un espacio formativo, participativo, de diálogo y análisis de las prácticas en derechos humanos. Esperamos que puedan generarse instancias de resignificación en las mujeres detenidas, que valoren sus capacidades, potencien sus saberes y se empoderen al dotarse de herramientas que les permitan reconfigurar sus proyectos futuros.

El sentido común y los mecanismos de socialización imponen formas de pensar que han expuesto a las personas presas a múltiples estigmatizaciones, sensibilizando aún más a las mujeres. Buscamos deconstruir esos modelos estigmatizadores y problematizar la realidad carcelaria.

Pretendemos, además, que la Universidad estreche vínculos con la comunidad asumiendo un rol activo, contribuyendo a desarrollar una sociedad más justa, democrática y equitativa.

Daniela Bassa. Docente UNLPam. Directora del Proyecto de Extensión Universitaria