Juan Ricardo Nervi llegó con su esposa a este país. Mostró sus dimensiones culturales e ideológicas al entrar en contacto con nuestra gente.
Descubrió una simpática cordialidad entre el mate y nuestro cafecito, una semejanza en nuestros mestizajes, la admiración de los nuevos paisajes rurales y los efectos personales de nuestras altitudes.
En el trabajo académico profesional hubo coincidencias, diferencias y diálogos constructivos que contribuyeron a las nuevas orientaciones pedagógicas profesionales e institucionales. El espacio académico en él que lo conocí fue el de la creación de los nuevos recursos en apoyos del profesorado en ejercicio rural desde la Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio en las licenciaturas para profesores en servicios de Educación Preescolar y Primaria (LEPEP) en la recién creada Universidad Pedagógica Nacional en 1979.
Juan Ricardo debe haber sido un campeón de la educación popular en su país, crecido desde el magisterio normalista hasta la formación de profesores, sus estudios lo llevarían a descubrir que las filosofías ajenas no resuelven los problemas locales y personales de la educación pública, debe haber participado en movimientos populares a favor de una mejor atención educativa.
La cultura democrática de Juan Ricardo nos invitó al tuteo, a superar las diferencias de edades, de educaciones básica, profesional, cultural y política; para mí. El maestro Juan Ricardo Nervi fue un ejemplar de educación integral: su moral social, su vocación democrática, tanto como su cultura artística, su proceder filosófico y su capacidad pedagógica se integraron felizmente en su ser. Sus colegas, sus alumnos admiramos su personalidad, su vocación de servicio, su excepcional formación y su generosa amistad, calidades humanas que apreciamos y las admiramos, era como el mejor maestro que cada uno de nosotros hubiera querido tener.
El maestro Nervi mostró su amplio conocimiento pedagógico producto de sus posteriores estudios al normalismo, su participación en el sistema educativo argentino y en su vida política, nos mostró sus valores culturales, sus aportaciones pedagógicas y su orientación democrática. Sus aportaciones más importantes fueron que los estudiantes de las licenciaturas podrían aportar al mejoramiento de los servicios educativos reconociendo y valorando su propia experiencia haciendo conciencia de ellos en sus respuestas escolares en las licenciaturas, incluso ayudó a recoger sus criterios sobre su trabajo y su relación con la comunidad y también sobre la administración pública de su servicio educativo, haciendo a sus colegas valorar lo existente para proponer lo necesario, incluso se invitaría a los estudiantes a dar su opinión sobre el currículo y la necesaria preparación académica de sus docentes. Así de radical fue ese ejercicio.
De entrada hubo un debate sobre el nombre y el contenido cultural y profesional de la Universidad Pedagógica Nacional (*). El dilema planteaba o es Pedagógica o es de Ciencias de la educación. Nervi contribuyó a esclarecer la relación entre Pedagogía y Educación,-una relación entre reflexión y práctica paradigmáticamente resuelta como una fecunda interrelación: No hay Práctica Educadora formal sin Pedagogía, ni una Pedagogía sin Práctica educativa; de la filosofía de la educación a las técnicas y prácticas de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Ricardo se movía como pez en el agua en sus aclaraciones siempre con el gusto de no tener "la razón pedante" sino la discusión mayéutica. Nervi fue el maestro que sabía escuchar, ante la pedantería de algunos de sus colegas jóvenes alegremente los conducía a la reducción al absurdo, los obligaba a la propia ironía; si el contrariado se reconocía, nacía a la certidumbre, según Platón era el fin pedagógico de la mayéutica socrática: dar a luz el nuevo entendimiento, para eso es la Pedagogía.
Quien no conoció a Nervi, no conoció las consecuencias de su razón dialéctica. Nervi fue para nosotros el viejo mar de la Pedagogía Argentina, esa que reverdece cuando una generación despierta y se apropia de su proyecto educador. Mafalda de Quino aclaró: lo importante de uno, es ser uno mismo.
Sufrimos su inesperada decisión de regresar a Argentina, sus paisanos contarán como vivió esos últimos años.
Jesús Caballero y Diaz. Pueblo de la Candelaria, Coyoacán, Ciudad de México a 31 de mayo del 2021.
*Nervi participó de la fundación de la Universidad Pedagógica Nacional en México, donde además coordinó y organizó entre 1977 y 1985 la carrera de Pedagogía.
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